Te tuve que impregnar en mis memorias
Con el
momento color purpura del vino, regando
Las flores de nuestro amor,
Anestesiándolo
por el ir y venir
De electrizantes emociones, supurando
Gotas del alma en torno al cansancio lascivo.
Mi razón reprime mis ganas de tí
Pero mi deseo lo aflora con tanta facilidad.
Y ese instante tan lleno de vida
Fue sentir como el cielo se desmoronaba frente a mí,
El gélido aire haciendo su labor, palpaba mis ansias
de tí,
Al momento me enamoraban los tibios roces de tu alma
torcida
Acomodando y sembrando tu ser en mi corazón.
El contacto de nuestras almas en medio de aquella
suave oscuridad,
Cubrieron por completo nuestra cordura,
Animando agudamente el contacto amaestrado de
nuestros dedos,
Esa primera noche el espíritu mío
No tenia sosiego
Por la castrante fascinación de por fin hallarse
junto a tí
Te soñé lunas enteras a mi lado
Admirando tu piel tan cerca, hasta fundirme en tí
Y ser parte de tí para siempre,
No pudo ser, pero es otra historia.
El estupor de mi piel con calcas de tus caricias
Dieron prueba del éxtasis
Por la complacencia que dejo
Mi inocente desnuez sin censura
Vestida con la luz de la estrellas.
Mi silueta alentó e impacto tus miradas
Ingenuas, recorriéndola centímetro a centímetro
En dueto con el terso amor nuestro
Declinando la noche con el broche, tu último beso
tierno.
Sin duda ya sentí que es despertar suspendía en el
aire…